Las naciones del G7, junto con la Unión Europea, han emitido una declaración conjunta expresando una "profunda preocupación" por los recientes ejercicios militares a gran escala de China cerca de Taiwán. Los ejercicios, que tuvieron lugar en el Estrecho de Taiwán, son vistos como una demostración de fuerza por parte de Pekín en medio de las crecientes tensiones sobre el estatus de Taiwán. Estados Unidos, Reino Unido y otros miembros del G7 enfatizaron la importancia de la paz y la estabilidad en la región. La declaración refleja un raro momento de unidad entre las potencias occidentales al enfrentar la creciente assertividad militar de China. Estos acontecimientos se producen en medio de tensiones geopolíticas más amplias entre China y las democracias occidentales.
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